Ecoaldea Paititi nace como proyecto de conservación, ecoturismo, comunidad (aún no establecida) y semilla de modelo civilizatorio en 2010 por personas y un lugar que sin conexión previa se encontraron en el camino y comenzaron a hacer realidad el proyecto. El mismo se ubica dentro de una reserva municipal de 32,000 hectáreas colindantes al Parque Nacional Madidi en Bolivia, en una región que se considera el lugar más biodiverso del mundo.
Sin embargo, muchas dificultades se han presentado en el trayecto, lo que han entorpecido la materialización de la misma. Muchas de éstas dificultades son las que se presentan en otras ecoaldeas y dificultan la explosión y funcionalidad óptima de las mismas.
Una de las dificultades fue el ambiente político extractivista que fomentó el pasado gobierno de Morales, lo que causó el surgimiento de nuevas amenazas ambientales en la región y comenzó a sepultar el ecoturismo, a su vez, impidió que nuestro proyecto, presentado a diseño final al fondo indígena, fuera aprobado y que nuestros esfuerzos tuvieran que dividirse y enfocarse a enfrentar las amenazas y dejar el proyecto pendiente.
Otra de las dificultades que se presentó es la falta de miembros con conexión profunda espiritual, la falta de un fuego central, un fuego espiritual que los conecte a todos y la existencia entre los miembros de residuos culturales (creencias, actitudes, filosofías, hábitos) de la vida y la educación moderna individualista occidental.
Superar ésta dificultad implica un proceso de conexión y sanación entre los miembros que decidan comprometerse al proyecto. Por ésta razón hacen falta éstos guerreros fundadores, personas que además de desear un cambio de forma de vivir deseen un cambio de forma de pensar y sentir. Una vez establecida, fundada, será mucho más fácil que otros se adhieran, lleguen y se sumen. La dificultad radica en los primeros valientes que deseen y logren hacer realidad el proyecto.
Otra de las dificultades es la naturaleza del lugar y de la propuesta. Ésta ecoaldea (o proyecto de ecoaldea) se distingue por buscar partir desde uno de los rincones más vírgenes del planeta tierra, el Alto Madidi (amazonía boliviana) para desde allí lograr una purificación plena de cuerpo, espíritu y mente de las personas y así brillar como un sol de un nuevo mundo. El lugar está a 20 km de la brecha vehicular más cercana (se puede habilitar hasta el lugar) a 46 km del poblado con servicios más cercanos (Ixiamas), no hay señal de celular, mucho menos luz eléctrica y cuenta con uno de los pocos ríos amazónicos con abundancia de pescado que no ha sido contaminado por la minería (río Madidi).
La comunidad se propone una autonomía plena, en todos los sentidos, no sólo en lo alimentario, sino en lo cultural y espiritual. Poder fabricar todos los utensilios necesarios para la vida, poder desarrollar un distintivo cultural propio, nuestra propia vestimenta, nuestra propia arquitectura, un estilo artístico propio, una cosmogénesis y una tribu espiritual propia. Se propone ser un centro de visiones, sanación, investigación transdisciplanaria y educación. El componente ecoturístico es complementario pero irrechazable, al ser el punto caliente (hotspot) de mayor biodiversidad del planeta, la comunidad de la región demanda desde hace décadas hacer posible un proyecto de ecoturismo allí.
Otro de los objetivos de la visión es poder crecer, recibir nuevas personas y que no sea una escuela nada más. La verdadera sanación está en poder ofrecer al prójimo un lugar donde vivir sanamente. La ecoaldea por lo tanto pretende alcanzar un tamaño que supere la decena de integrantes como la mayoría de las ecoaldeas que actualmente existen (y cuentan con espacios privados y muy reducidos) y poder ser realmente una alternativa civilizatoria y no sólo un modelo de ejemplo.
Otro distintivo del lugar es que no es una zona (y comunidad) de regeneración, sino de conservación. El lugar es bosque primario sin intervención y el objetivo primordial es la conservación del mismo. A diferencia de lo que superficialmente se cree, la presencia humana y la necesaria presencia mínima de cultivos de alimentos resulta ser mucho más benéfica para la región que una ausencia total de personas como lo está actualmente, donde a pesar de legalmente estar protegido y al faltar el control y patrullaje suficientes, favorece el ingreso de foráneos quienes lo hacen para extraer madera, cazar, extraer animales, potencialmente invadir y eventualmente reclamar para luego vender la tierra o convertirla al agronegocio.
Éste proyecto requiere de personas jóvenes y aventureras, que deseen hacer ese paso cuántico hacia la naturaleza y transformación del ser plena y con la ambición de vivir, ser parte de y proteger éste lugar tan especial. Obviamente para llegar allí se trazará un camino y habrá una transición que lo hará posible, sin embargo el objetivo no es hacer una comunidad intermedia entre el campo y la ciudad, una comunidad fácil, práctica, conectada, sino al contrario, lograr establecer una conexión profunda y plena con la naturaleza y aprender a vivir en ella y de ella protegiéndola. El lugar establece ésto.
Existen muchos más detalles los cuales puedo compartir con gusto poniéndose en contacto conmigo, mientras tanto pueden informarse más sobre la visión y el contexto del proyecto en el siguiente enlace: http://amautakatari.blogspot.com/2016/03/la-semilla-de-un-nuevo-mundo-un...